¿QUE ES LA MUTILACION GENITAL FEMENINA?
Se designa mutilación genital femenina/mutilación sexual femenina todas las intervenciones que conllevan una ablación total o parcial de los órganos genitales externos de la mujer o toda otra mutilación de los órganos genitales externos femeninos que sean practicados por razones culturales u otras y no con fines terapéuticos
Según la OMS “La mutilación genital femenina es un problema de salud pública, todas las mujeres y las niñas tienen derecho a disfrutar del más alto grado posible de salud”
Tipos
Según la última clasificación de la OMS, se identifican cuatro tipos de mutilaciones genitales femeninas:
Tipo I: escisión del prepucio junto con la eliminación parcial o total del clítoris
Tipo II: escisión del clítoris con escisión parcial o total de los labios menores
Tipo III: escisión parcial o total de los genitales externos con sutura/estrechamiento del orificio vaginal. Este tipo se denomina también “infibulación”
Tipo IV: amplio abanico de prácticas variadas e inclasificables que incluyen la cauterización, quemando el clítoris y los tejidos que lo rodean; el raspado del orificio vaginal o hacer cortes en la vagina y la introducción de sustancias corrosivas o hierbas en el interior de la vagina para provocar el sangrado de la misma o con la finalidad de reducirla o estrecharla.
El tipo de MGF realizado varía según la zona geográfica. Lo más frecuente es la práctica del tipo I.
Cómo y quien realiza la MGF
La MGF se lleva a cabo utilizando cuchillos especiales, tijeras, cuchillas de afeitar o trozos de vidrio. En algunas ocasiones, se usan piedras muy afiladas, cortauñas e incluso la tapa de aluminio de una lata. Cuando la operación se efectúa a varias niñas a la vez, puede que se utilice siempre el mismo instrumento sin limpiarlo entre un procedimiento y otro.
La operación se realiza sin anestesia mientras la niña es sujetada por otras mujeres, y suele ser llevada a cabo por una mujer, generalmente muy respetada en la comunidad y de edad avanzada, designada especialmente para esta tarea. Esta mujer, con frecuencia, es también la partera tradicional. La duración del procedimiento es de unos 15 a 20 minutos, dependiendo de la habilidad de la escisora y de la resistencia que oponga la niña. Posteriormente, la herida se limpia utilizando desde alcohol o zumo de limón, hasta ceniza, mezclas de hierbas, aceite de coco o excrementos de animales.
La MGF es también practicada por profesionales en centros sanitarios con asepsia y anestesia, especialmente en Egipto, Sudán y Kenia.
A quién se realiza la MGF
La MGF se realiza tanto a niñas como a mujeres. La edad varía ampliamente dependiendo de los grupos étnicos y de la localización geográfica. En algunas etnias se practica a bebés de pocas semanas, pero lo más frecuente es que se realice a niñas entre los cinco y los catorce años, en muchas ocasiones ligado a un rito ceremonial de paso a la edad adulta. En otros casos, se practica antes del matrimonio (puede ser exigida por el futuro marido o por la futura suegra para ser aceptada como esposa), durante el embarazo e incluso durante el parto.
Debido a que la MGF está prohibida y penada por la ley en muchos países, se ha observado que cada vez se realiza a edades más tempranas con el fin de eludir tanto su detección como el recuerdo de ella en la niña. La disminución de la edad a la que se practica y el aumento de su medicalización han hecho que disminuya la importancia de los aspectos ceremoniales ligados a la misma.
Causas
La MGF es una manifestación de la desigualdad de género, basada en una serie de convicciones y percepciones muy arraigadas en estructuras sociales, económicas, políticas y, en ocasiones, religiosas.
Las causas que se aducen para realizar la operación son muy variadas pero podemos agruparlas en los siguientes apartados según la OMS:
Socio-Culturales
En algunas comunidades, la MGF refuerza el sentimiento de las mujeres de pertenencia al grupo al realizarse como parte de un rito ceremonial de paso a la edad adulta. Además, la presión social para su práctica es intensa, siendo amenazadas con el rechazo y el aislamiento si no siguen la tradición ya que las sociedades que practican la MGF son patriarcales y patrilineales y el acceso de las mujeres a la tierra y a la seguridad se realiza por medio del matrimonio.
Algunos grupos étnicos atribuyen al clítoris el poder de herir al hombre e incluso matarlo. Otros piensan que el clítoris podría crecer tanto que llegaría a obstruir la entrada de la vagina y por lo tanto impedir la penetración masculina; o bien que al nacer el bebé taparía su nariz y le impediría respirar causando su muerte. Un buen número de etnias creen que el contacto del bebé con el clítoris al nacer causaría su muerte.
Higiénicas y Estéticas
En algunas etnias se considera que los genitales externos femeninos son sucios y feos y que, por lo tanto, su eliminación hace a la mujer limpia y bella; otros piensan que si no se eliminan crecerían de forma indefinida; en otros casos, la MGF se asocia a la pureza espiritual
Religiosas o espirituales
En algunas comunidades se cree que la MGF es necesaria para que la mujer sea espiritualmente pura y que por lo tanto esto es requerido por la religión.
Aunque ni la Biblia ni el Corán apoyan la práctica de la MGF, algunas comunidades religiosas islámicas creen firmemente que su religión lo exige
Psico-Sexuales
Con ella se favorecería la fertilidad y la salud de la mujer; activaría el vigor sexual del marido; evitaría las desviaciones sexuales, incluidos el adulterio y la prostitución; se protegería la vida del recién nacido; la MGF sería imprescindible para el mantenimiento de la virginidad; etc.
Aunque algunos de los países en los que se realiza la MGF prohíben su práctica , la convención social que la rodea es tan fuerte que, aún cuando individualmente una mujer o una familia estén en contra de realizársela a sus hijas, es muy posible que continúen haciéndolo para protegerlas y salvaguardar su estatus en la comunidad. Al mismo tiempo, el trámite de la MGF en los casos en que se realiza como parte de una ceremonia comunitaria, confiere a las niñas un sentimiento de pertenencia a la comunidad, de paso a la edad adulta y de orgullo. El no realizarla, de forma individual, puede conducir a la mujer no mutilada a la marginación social y al aislamiento. Por ello, es muy importante conocer los motivos que conducen a la práctica de la MGF en cada comunidad para trabajar sobre ellos y lograr así el abandono de la misma por un número significativo de familias de forma que ninguna niña sea perjudicada. La misma presión social que conduce a su realización puede ser la clave para su abandono.
Consecuencias
La MGF, además de ser un grave atentado contra los derechos humanos y ser muestra de la dominación que en muchos lugares, ejercen los hombres sobre las mujeres, entraña consecuencias físicas para ellas, en ocasiones tan graves, que pueden llevarlas a la muerte o a secuelas permanentes. Las complicaciones que aparecen tras una mutilación genital pueden ocurrir inmediatamente, a medio o a largo plazo tras su realización además, conllevan problemas sexuales, sociales y psicológicos.
Complicaciones inmediatas y a medio plazo
Hemorragia: la ablación del clítoris y de los labios menores conlleva la sección de de gran cantidad de vasos sanguíneos través de los cuales fluye sangre a elevada presión. La hemorragia es la complicación más frecuente de la mutilación y en ocasiones puede ser tan grave que cause la muerte de la niña o mujer. Además, también puede producirse un sangrado a medio plazo por desprendimiento del coágulo que cubre la herida.
Dolor muy intenso. Los genitales externos son una zona con una rica inervación, por lo que su manipulación sin anestesia es muy dolorosa
Choque secundario al sangrado y/o al dolor
Infección y sepsis por la realización del procedimiento sin medidas higiénicas, ya que es frecuente el uso de instrumentos y medios contaminados para la sección y posterior cauterización de la herida.
Lesiones de los tejidos cercanos: uretra, vagina, perineo y recto debidos a la poca pericia de la mutiladora, que puede ser una persona ancianas con mal pulso y visión ya deteriorada, unido al hecho de que el dolor hace que sea difícil que la niña / mujer se mantenga quieta durante la operación
Retención de orina a consecuencia del dolor, de la inflamación o por lesión directa de la uretra
Muerte secundaria a alguna de las complicaciones
Complicaciones a largo plazo
Estas varían según el tipo de MFG
Tipos I y II:
Las complicaciones que aparecen más frecuentemente son: Infecciones recurrentes del tracto urinario, infecciones pélvicas e infertilidad, abscesos, fístulas vesico-vaginales o recto-vaginales, quistes dermoides, queloides, , hepatitis B, infeción por VIH/SIDA u otras enfermedades de transmisión sanguíneas y relaciones sexuales dolorosas.
Tipo III
Incluye todas las complicaciones de los tipos I y II, pero al ser más extensa, se añaden otro tipo de problemas como resultado de la obstrucción mecánica creada por la cicatriz que cubre la uretra y la vagina. Además de las lesiones derivadas de la “apertura” y “cierre” necesarios en cada parto:
- Enfermedad inflamatoria pélvica debida a las infecciones recurrentes secundarias a la retención del flujo menstrual, que puede producir infertilidad
- Dismenorrea (menstruación dolorosa)
- Infección crónica del tracto urinario; Incontinencia
- Estenosis vaginal
Consecuencias psicológicas, sociales y sexuales
La mutilación puede estar marcada con sentimientos de miedo, angustia, sumisión e inhibición y bloqueo emocional. La memoria del hecho las acompaña durante toda su vida
Algunas mujeres sufren, además de menstruaciones dolorosas, dolor durante las relaciones sexuales (dispareunia), debido a las cicatrices, a la estenosis vaginal o a las infecciones. En los casos de infibulación (tipo III), la penetración vaginal puede ser imposible sin reabrir la cicatriz
Pude producirse vaginismo por lesiones en el área vulvar e intentos repetidos y muy dolorosos de penetración.
La experiencia de la MGF se ha asociado a una serie de desórdenes mentales y psicosomáticos como alteraciones del apetito y del sueño, pesadillas, ataques de pánico, dificultades para la concentración y el aprendizaje. Al crecer, pueden experimentar sentimientos de pérdida de autoestima, depresión, ansiedad crónica, fobias, pánico e incluso alteraciones psicóticas. Muchas mujeres padecen sus problemas en silencio, incapaces de expresar su dolor y su miedo.
En algunos casos, la aparición de fístulas vesico-vaginales o recto-vaginales, las conduce a la marginación social.
Además, las niñas o mujeres que no han sido mutiladas pueden ser estigmatizadas y rechazadas por su comunidad y no poder contraer matrimonio
Mi niña me parece que es muy importante q cuelgues este artículo, ya que este tipo de vejaciones y creencias siguen existiendo y mucha gente ni siquiera a oido nombrarlas.Olé…sa gitana wapa…mencanta tu trabajo..eres toda una artista..
puchas
Creencias y ritos de personas ignorantes, como puede haber ese tipo de personas que se presten a hacer estas extirpaciones y suturas, cuando sabemos que tenemos derecho a tener un cuerpo completo y saludable.
Luchemos y digamnos NOOOO!!!!!!!!!!!!!! A LA MGF, por favor!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!.
Me cagan ese tipo de comunidades… respeto las creencias religiosas cuando no pasan a traer la integridad de otras personas sean hombres, mujeres o niños.
Para que quieren mutilar parte de los genitales, ¿solo para evitar una infidelidad?
Eso es una idiotez.
Ojalá que los que lo practiquen les de herpes.
Sabes esta bien interesante este tema! De hecho tengo una expocicion este lunes en la escuela y escogi este tema ya que es poco conocido. La verdad es que cada vez que investigo y estudio se me pone la piel chinita solo de pensar en esas mujeres!
[…] bepladel.wordpress.com ¡Compártelo! […]
valla soy hombre y esto no lo sabia la verdad esto no es conciderable pero espero que se proibe parcialmente esto, graxias por la información.